Los full moon son cuencos artesanales de siete metales que se distinguen del resto por dos marcas tibetanas en su acabado: el símbolo ancestral para la buena suerte y la longevidad, y el mantra Om Mani Padme Hum en escritura uchen. 

Su fabricación ocurre únicamente en las noches de luna llena para captar esta mágica energía, y de ahí su nombre.

El artesano además sigue un especial ritual de aseo; se afeita, se corta el pelo y se lima las uñas.

Todo esto con el objetivo de obtener un cuenco con la vibración más pura y limpia posible.